"No soy bueno para hacer la merienda, para querer, ni para que me quieran", me dijiste en medio de besos que no acompañaban tus palabras. Lo de la merienda puede ser. El café con leche te sale con grumos y no me atrevería a averiguar si sabés hacer tostadas. Pero en cuestiones del querer, por más que te esfuerces, no te creo. Te delatan tus besos, tus manos, tus ojos, tus palabras. Eso sí, debo admitir que estás un poco loco. ¿Un poco?. No se. Quizás bastante. Y aunque hoy decidas, una vez más, "marchar al olvido", yo me quedo acá y te espero mañana, que la merienda la preparo yo.
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Merienda!!!
ResponderEliminarVivilo hoy...
Complemento.
ResponderEliminarYo tampoco se hacer la merienda.. y conozco muchos parecidos a ese que citas..
ResponderEliminaramiga me encantó encantó!
ResponderEliminarte extraño sabes?
ojala estos estúpidos parciales terminen pronto así nos vamos a tomar speed con licor de manzana! hablé con mechi y ya está planeadísimo jaja
besos