El cielo gris amenaza una lluvia torrencial. Y yo que salí sin paraguas, pienso que voy a poder, al menos, pisar charquitos sin preocuparme por el agua. Total, ya voy a estar empapada. No hay nada mejor que saltar sobre una baldosa con ganas de que esté floja y mirarla con cara de "esta vez lo hice a propósito, ¿y qué?". Sí, es así, los días de lluvia hablo hasta con las baldosas. Y los otros también.
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Suerte la tuya, Princesa. Hacé que dure! Besos
ResponderEliminarjaja! yo... vos... amiga, esto se llama telepatía amistosa, mi pronóstico tampoco es bueno, pero igual me levanté.
ResponderEliminarTe quiero...!