No me banco el tránsito de Capital, el de atrás que te hace luces y la moto que te pasa finito. No me banco que me ordenen mis cosas y las pongan donde nunca las encuentro. No me banco que se me llene la casilla de mails de publicidades y forwards. No me banco que me hablen sólo cuando necesitan algo. No me banco al dengue ni a la gripe porcina. No me banco a los que miran de reojo. No me banco a los que se hacen los dormidos en el colectivo cuando sube una embarazada. No me banco tener tiempo libre y no me banco estar demasiado ocupada. No me banco que guarden la jarra sin agua en la heladera. No me banco que usen mi ropa sin permiso. No me banco a los taxistas que te hablan cuando querés dormir. No me banco a la loca que grita en la radio a las 7 de la mañana, ni al que hace voces raras y mucho menos a los que llaman para cantar. No me banco a los cancheritos ni a los egocéntricos. No me banco a los que vuelven cuando los deja la otra ni a los que dicen dejar a la otra por mí. No me banco a los que no dicen lo que sienten. No me banco a los que llaman por teléfono y preguntan quién habla. No me banco al del supermercado que me da caramelos en lugar de monedas. En fin, hoy, no me banco.
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Wow... por un segundo, creí que estaba escribiendo yo, después caí...
ResponderEliminarMI ESPÍRITU TE POSEYÓ!
Ah, no?
Era para mí?
Tan insoportable soy?
Dios… debería replantearme muchas cosas… o mejor, no!
Te quiero
Con que nos banques a mi y a Curle, alcanza... =)
ResponderEliminarTe quiero!
Jajaja, yo tampoco me banco absolutamente nada de todo eso, genial.
ResponderEliminarMe gustó muchísimo la imagen, al único que banco siempre es a Fibonacci y sus espirales
Comparto creo que un... mmm... dejame ver... 80 por ciento. Pero dejame decirte que no sos vos, son todos los demás! Pensá asi y sonreí, al menos en ese día en que no te bancás! Beso grande
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