"No soy bueno para hacer la merienda, para querer, ni para que me quieran", me dijiste en medio de besos que no acompañaban tus palabras. Lo de la merienda puede ser. El café con leche te sale con grumos y no me atrevería a averiguar si sabés hacer tostadas. Pero en cuestiones del querer, por más que te esfuerces, no te creo. Te delatan tus besos, tus manos, tus ojos, tus palabras. Eso sí, debo admitir que estás un poco loco. ¿Un poco?. No se. Quizás bastante. Y aunque hoy decidas, una vez más, "marchar al olvido", yo me quedo acá y te espero mañana, que la merienda la preparo yo.
jueves, 28 de mayo de 2009
martes, 26 de mayo de 2009
Bad guy
Nada de príncipes azules, Romeos, ni galanes de novela. Mal que nos pese, el que nos rompe la cabeza, siempre es el chico malo. Sí, ese que juega al Tiki-taka, estrellando sistemáticamente nuestro corazón contra el de alguna otra. El que camina como si fuera el dueño del mundo y te mira de refilón. El que no nos da bola, el que nos miente o el que, de tan sincero, es capaz de decirte que estás más "rellenita" que la última vez que te vio. Y si nos hace llorar desconsoladamente por los rincones, mejor, nos gusta más. Si sabemos que pasado mañana se va a vivir al Congo y no piensa ni mandarnos un mail, seguro nos enamoramos perdidamente y hasta capaz le regalemos una bolsa de caramelos para el viaje. Otro punto importante es la profesión. Ojo que cualquiera no da lo mismo, nuestra preferida es la que más se preste a ser pirata. Si trabaja en una oficina donde son todos hombres no es tan atractivo como si es el barman más deseado del mejor boliche de Puerto Madero. Los odiamos chicos malos, pero hay que reconocer que, de vez en cuando, son los que hacen sacar chispas a esta locura que solemos confundir con el amor.
lunes, 25 de mayo de 2009
Optimista
El cielo gris amenaza una lluvia torrencial. Y yo que salí sin paraguas, pienso que voy a poder, al menos, pisar charquitos sin preocuparme por el agua. Total, ya voy a estar empapada. No hay nada mejor que saltar sobre una baldosa con ganas de que esté floja y mirarla con cara de "esta vez lo hice a propósito, ¿y qué?". Sí, es así, los días de lluvia hablo hasta con las baldosas. Y los otros también.
viernes, 22 de mayo de 2009
Boliche
Se conocieron en el arenero, cuando todavía la silla les quedaba demasiado alta como para bajar de un saltito. Su amor era un secreto que delataban sus mejillas coloradas cuando se veían. Sus manos se separaban cuando alguien los miraba o cuando alguno de ellos mismos notaba que los dedos estaban entrelazados. Jugaban a la mamá y al papá, compartían los juguetes, pintaban juntos.
Pasó el tiempo, se cambiaron de colegio, terminaron el secundario, empezaron la facultad. Medicina ella, abogacía él. La nena de trenzas doradas se convirtió en una inteligente mujer, autosuficiente, independiente, hermosa y un tanto egoísta. El nene fue un vago todo el colegio, pero se puso las pilas en la facultad, sólo por una cuestión de que así levantaba más minas. Nunca fue el más lindo, pero siempre el más popular, demasiado agrandado pero simpático.
Se volvieron a conocer en un boliche, una noche de más alcohol que baile. No se reconocieron. Él la agarró de la mano y ella dijo que no -nunca decía que sí en un primer intento-. Bailaron, se besaron, se separaron, se fueron. No se dieron la mano, era mucho para él. No compartieron nada, a ella ya no le gustaba compartir. ¿La mamá y el papá?, no, eran demasiado chicos para eso. ¿Novios?, no, el tenía pánico al compromiso y ella tenía muchas cosas en qué pensar antes que en eso.
Parece que para el amor no hay que ser grandes, sino aprender a ser chicos.
jueves, 21 de mayo de 2009
Arenero
Ella llega, como todos los días, de la mano de su mamá y con su cantimplora llena de jugo de naranja. Él, que ya decidió que se va a casar con esa nena de trenzas doradas, la espera sentado en el patio aunque haga frío. Todavía no se animó a pedirle que sea la novia pero sabe que ella le va a decir que sí. Se miran, se sonríen, se dan la mano y entran juntos al aula. En la hora de juegos, ella va un rato al sector de los autitos y después él se convierte en el papá de todos los bebotes que cargan y acunan las nenas. Comparten los lápices de colores, dibujan corazones pero los esconden porque les da vergüenza. Se pintan la cara con témperas, se manchan con mate cocido y se llenan de arena en el arenero. Su historia de amor es un secreto que todos saben y que se transmite de oído a oído cuando juegan al teléfono descompuesto.
"Miren todos, ellos solos pueden más que el amor
y son más fuertes que el Olimpo"
miércoles, 20 de mayo de 2009
Política internacional
A un punto de la promoción. Esas cosas no se hacen. A meses de recibirme, te das el lujo de mandarme a final. No puedo lidiar con esto de los fracasos universitarios. No estoy preparada. Alumna de honor, ejemplo a seguir, la de anteojitos que se sienta adelante, de apuntes completos y letra prolija. Como diría una amiga, una auténtica nerd.
Igual, debo decir a mi favor que todo esto es tu culpa. Me quedo hipnotizada escuchando lo que decís, me deslumbran tus inteligentes conclusiones y todos los temas me parecen los más interesantes que escuché en mi vida. Pero no me vayas a preguntar de qué hablaste, porque no tengo idea.
Odio el maldito 6 pero confieso que, al menos por esta vez, me encanta la idea de ir a final.
lunes, 18 de mayo de 2009
Hoy puede ser un gran día
Lunes. Seis de la mañana. Frío. Me levanto y un programa de radio Vale anuncia que "Hoy puede ser un gran día"... ¡Sin duda!
El tránsito más cargado que nunca. Genial. Igual no es tan grave, ya se me va a ocurrir alguna excusa al respecto para justificar mi decimonovena llegada tarde en los últimos 20 días. Siempre hay algún choque o algún piquete, si digo eso no va a estar tan lejano a la realidad y, para tranquilizar mi conciencia, no sería una mentira sino una suposición de algo que quizás es verdad.
El tránsito más cargado que nunca. Genial. Igual no es tan grave, ya se me va a ocurrir alguna excusa al respecto para justificar mi decimonovena llegada tarde en los últimos 20 días. Siempre hay algún choque o algún piquete, si digo eso no va a estar tan lejano a la realidad y, para tranquilizar mi conciencia, no sería una mentira sino una suposición de algo que quizás es verdad.
Quince minutos tarde, pero estoy llegando. Podría haber sido peor.
Cruzo la 9 de julio y puf, puf, puf. Se prenden todas las lucecitas rojas del tablero. Casi casi me quedo en el medio de la calle, pero con el último suspiro llego al otro lado. Podría haber sido peor. Si me hubiese quedado atravezada en la avenida, capaz que hasta salía en la televisión como la culpable de que toda la ciudad esté en un caos de tránsito.
Tres horas esperando la grúa y un viaje de una hora y media agarrando todos los pozos que había en Capital Federal y casi chocando a 5 de cada 10 autos que pasaban por los costados.
Llegué al mecánico y, como era de suponer, la maldita camioneta arrancó sin problemas. La dejé igual y más vale que tenga algo.
Voy a hacer un trámite a Capital. No almuerzo para llegar a horario y cuando llego, ¡uy! me equivoqué de papeles. Vuelvo a casa con el peor mal humor del año y me compro un paquete de 3-D, aunque hoy empecé con la dieta. Los necesito. De más está decir que no me gané el premio que puede venir en el paquete.
Como todo puede ser todavía peor, me voy a encerrar en mi pieza, pero no sin antes verificar que no haya adentro ningún mosquito del dengue. Digo, por las dudas.
viernes, 15 de mayo de 2009
Adrenalina
"Tres". Y los nervios se sienten en la panza. "Dos". Respiro profundo. "Uno". Las manos se agarran con fuerza y hasta creo que me arrepentí. "Cero". El viento helado que pasa por la cara y se lleva un grito ahogado y un par de lágrimas. El hueco en el estómago y el coraje para levantar los brazos. Una bajada y esa increíble sensación de vacío que me hace sentir tan viva. Las vueltas que parecen estar fuera de control y ese miedo a que esta vez resulte ser la "una en un millón" y no frene. Los ojos bien abiertos para ver cómo gira todo y si es de noche, mejor. Una explosión de sensaciones, de esas que dan miedo al principio pero que no querés que terminen nunca.
Cualquier parecido con algún
sentimiento, es pura coincidencia.
miércoles, 13 de mayo de 2009
Una de amor
Tarde, lluvia y una película de amor. Una bien de amor, de esas que desparraman besos, cursilerías y dulzura para todos lados. Amor imposible, amor prohibido, amor a la distancia, amor de dulce de leche con dos cucharadas extras de azúcar. Esas historias en las que nos gustaría estar metidas y que nos conmueven hasta las lágrimas. Todo eso que queremos que alguien haga por nosotras –de principio a fin y en ese orden- es todo eso que los hombres nunca harán –en ningún tipo de orden-. No importa, si llueve quiero ver una película de amor tapada hasta la nariz, con vos o sin vos.
martes, 12 de mayo de 2009
Sus manos
Ellas esconden historias. En algunas, dicen, se ve el futuro. En todas se ve el pasado. Se agrietaron con el tiempo, las marcas se fueron haciendo surcos y cada cicatriz marcó a fuego un recuerdo. Descubrieron, enseñaron, trabajaron, jugaron, mostraron, se comprometieron, se ensuciaron, se lavaron, hablaron, callaron. Son ásperas, pero no por eso dan caricias secas. No buscan la perfección o la belleza, no saben de cremas ni las necesitan. Solían ser hermosas pero vacías. Hoy están llenas y delatan el paso del tiempo. Ellas esconden historias.
domingo, 10 de mayo de 2009
40 años
El águila es un ave longeva. Cerca de los 40 años sufre grandes cambios y, si puede soportarlos y salir adelante, se renueva y vive 40 más. Pero no es tan fácil. Sus plumas, que tantas veces la acompañaron a volar a elevadas alturas, comienzan a engrosarse y a volverse pesadas. Algo tan natural para ella como volar empieza a parecer todo un desafío. Su pico, que la ayudaba a conseguir alimento, se encorva tanto que no le permite cazar. En este momento, el águila debe decidir entre renovarse o morir. Es ahí cuando se esconde sola en lo alto de una montaña y comienza a golpear su pico contra las rocas hasta que se le cae. Entonces, espera a que aparezca su pico nuevo y, cuando lo tiene, lo primero que hace es arrancarse las plumas viejas para que salgan las nuevas y así poder volar 40 años más.
sábado, 9 de mayo de 2009
Esto
Todo esto a veces me asusta. Sí, esa es la palabra. Asusta. Tener ganas de abrazarte hasta que no me queden fuerzas en los brazos, me asusta. Sentir que con vos puedo ser verdaderamente yo, me asusta. Que me conzocas tanto, me asusta. Querer verte en todo momento, me asusta. Necesitar tus consejos, me asusta. Poder hablar con vos de todo, me asusta. Que me pagues el trago aunque no estés de acuerdo con las diferencias entre sexos y con la idea de "hombre caballero", me asusta. Que ruegue que el próximo semáforo se ponga rojo, me asusta. Que no me dé cuenta de que pasaron 5 horas desde que llegamos, me asusta. Sé que a vos también te asusta, y eso me asusta. Pero lo que más me asusta es que es la primera vez que esto no me asusta tanto.
viernes, 8 de mayo de 2009
Insoportable
No me banco el tránsito de Capital, el de atrás que te hace luces y la moto que te pasa finito. No me banco que me ordenen mis cosas y las pongan donde nunca las encuentro. No me banco que se me llene la casilla de mails de publicidades y forwards. No me banco que me hablen sólo cuando necesitan algo. No me banco al dengue ni a la gripe porcina. No me banco a los que miran de reojo. No me banco a los que se hacen los dormidos en el colectivo cuando sube una embarazada. No me banco tener tiempo libre y no me banco estar demasiado ocupada. No me banco que guarden la jarra sin agua en la heladera. No me banco que usen mi ropa sin permiso. No me banco a los taxistas que te hablan cuando querés dormir. No me banco a la loca que grita en la radio a las 7 de la mañana, ni al que hace voces raras y mucho menos a los que llaman para cantar. No me banco a los cancheritos ni a los egocéntricos. No me banco a los que vuelven cuando los deja la otra ni a los que dicen dejar a la otra por mí. No me banco a los que no dicen lo que sienten. No me banco a los que llaman por teléfono y preguntan quién habla. No me banco al del supermercado que me da caramelos en lugar de monedas. En fin, hoy, no me banco.
miércoles, 6 de mayo de 2009
21 gramos
"Los ojos son el reflejo del alma", frase tan trillada y cierta a la vez. El problema, o no, es que suelen mostrar mucho más de lo que reconocés, mucho más de lo que querés. Ellos dicen que sentís, que querés, que extrañás, que odiás, que tenés miedo, vergüenza, nervios, celos y tantas otras cosas. La mirada dice la verdad mientras la boca miente, brilla cuando estás frente a esa persona, esquiva cuando se intimida, insinúa, busca complicidad en otra mirada conocida, se llena de lágrimas cuando estás triste y estalla en lágrimas cuando la felicidad es incontenible. El alma parece tan inaccesible, tan abstracta y hasta irreal. No sé si pesará 21 gramos, estará en la cabeza o en el corazón, pero sé que, sin duda, algo de ella se esconde detrás de la mirada.
martes, 5 de mayo de 2009
La matemática del amor
Hay tanto de amor en la matemática y tanto de matemática en el amor:
El interés que pongas en una persona del sexo opuesto será inversamente proporcional al que ésta ponga en vos. Y la ecuación se invertirá cuando empieces a recibir más atención o cuando des menos.
1 + 1 = 2, lo que es igual a un par y, en términos del amor, una pareja. Por ende, si hay un tercero, no hay par, no hay pareja.
Cuanto más grande sea el divisor, menor será el resultado. Entonces, si una persona divide el amor entre muchas, lógicamente, habrá menos amor para cada uno.
Entre las casi 7 mil millones de personas que viven en el planeta, la probabilidad de encontrar al amor de tu vida es de 0,0000(muchos ceros)1 %.
A veces el amor es tan fácil como sumar 2 + 2 y algunos lo hacen tan complicado como el Teorema de Fermat.
lunes, 4 de mayo de 2009
Utopías
Tengo ganas de gritar hasta que no me queden fuerzas, de reírme hasta que me duela la panza, de llorar hasta que no sienta los ojos. Me gustaría vivir lejos, muy lejos, en un país donde la gente salude con una sonrisa y baile al caminar, o en la luna, donde cada paso me haga flotar más cerca del universo. Quiero amores de novela, ser Julieta y encontrar a Romeo cuando salgo a mi balcón. Me gustaría acostarme a mirar las nubes y quedarme dormida. Quisiera vivir con los sentimientos a flor de piel sin necesidad de esconderme tras esa coraza que está tan de moda por estos días.
sábado, 2 de mayo de 2009
Vulnerable
Te acercaste de a poco, me escuchaste, estuviste ahí, siempre ahí. Te fuiste volviendo necesario, irreemplazable, de palabras justas. Nunca de más, nunca de menos. Te conozco más que nadie, me conocés más que nadie. Ecuación peligrosa. Y de pronto más cerca, cada vez más cerca y mi cabeza que no se pone de acuerdo con mi conciencia. Te digo que no pero me acerco. Te pido que te calles pero ruego que sigas hablando. Por favor alejate, pero no, no dejes de abrazarme.
viernes, 1 de mayo de 2009
Helio
Hanta Virus fue el diagnóstico. Con 29 años, casado y con una hija, su futuro prometía algo más que cuatro días de vida. Su esposa, viuda a los 27, tuvo que poner su mayor voluntad para festejar el cumple de tres de la nena. Ya estaba todo arreglado, habían ido juntos hacía un mes a alquilar el pelotero. La fiesta fue un despilfarro de falsa alegría y la chiquita que no paraba de preguntar por el padre. "Está en el cielo, con Dios", le contestaba y se contestaba la mamá. Ahora, siempre que quieren sentirse más cerquita de él, van a la plaza juntas y tiran un globo de helio. Se acuestan a mirar, mientras sube y sube, hasta que desaparece. "Listo mamá, ya lo agarró".
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