domingo, 30 de agosto de 2009

Freezer


Cuando no decís que no pero tampoco decís que sí, ya empiezo a sentir tus manos en mi espalda que de a poquito me van empujando hasta el fondo del freezer. Desde la puerta llego a ver caras conocidas y otras no tanto. Te recomiendo revisar algunos estantes porque, aunque en el freezer las cosas duren más, todo tiene fecha de vecimiento y algunas ya se te pasaron. Quizás ya lo sabés, pero preferís tener todo ahí para rellenar el inventario que repasás cada fin de semana antes de salir. Y con cada palabra, con cada silencio, con cada mensaje no contestado, me empujás más y más. Empiezo a sospechar que la historia de que Walt Disney pidió ser congelado no es más que un cuento o definitivamente ese señor no estaba en su sano juicio. ¿Quién puede querer quedar hecho un cubito de hielo?. Al menos yo, no. Así que dejá de empujarme porque ahí no voy a entrar y menos ahora que acabo de leer la fecha de vencimiento que pretendés pegarme en el medio de la frente. Soltame que me dás frío y dejá que yo me voy solita a algún rincón donde pegue el sol. Lo último que quiero ser es una mujer de hielo escondida en el fondo de tu freezer hasta nuevo aviso.

3 comentarios:

  1. claro vos justo un cubito con lo que te gusta el sol...
    o mejor dicho justo vos con un cubito...no durarian mucho, lo derretis, si sos un sol!!!!!!!!!!!!!!

    de que sirve un hombre que es un hielo y que quiere congelarte hasta nuevo aviso??


    te amo amiga y te voy a extrañar!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Vos permitís eso...
    vos que siempre estás cuando a él se le ocurre.

    Es que sos un bombón helado...

    Te quiero tonta!

    ResponderEliminar
  3. No puedo ser mejor un bombón asesino? Jajajaja!

    ResponderEliminar