Así como vos tenés un pedacito mío, sabés bien que yo guardo un pedacito tuyo. A veces se escabulle entre los CDs y aparece en los momentos más inoportunos para hacerme escuchar alguna de nuestras canciones. En las noches de insomnio lo guardo abajo de la almohada para apretarlo fuerte y que no salga. Disculpame, pero zumba y no me deja dormir. Quise devolvértelo un par de veces, pero parece que está cómodo conmigo y no quiere volver. En algún que otro momento de enojo traté de camuflarlo con el perfume de otro, pero al poquito tiempo ya tenía el tuyo a flor de piel. Mirá que me he topado con pedacitos molestos y escurridizos, pero éste me está volviendo loca. Cuanto mejor lo escondo, más ruido hace. Ya me ganó por cansancio y hasta lo dejo dormir conmigo cuando llueve. Me encariñé con él y ya casi no molesta. Igual, si querés, pasá a buscarlo por casa. Está escondido adentro de un libro; ese que siempre empezaste y nunca terminaste de leer.
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ay ay ay...estos pedacitos que andamos recolectando, espero que algún día el pedacito llegue a ser un entero!!!
ResponderEliminarte quiero
nos vemos hoy no?