lunes, 27 de abril de 2009

Rutina


Esclava de la rutina, esa rutina que a veces agobia y plantea la necesidad de un día de 25 horas y una semana de 8 días. Esquemas y horarios perfectamente ordenados sin lugar a la improvisación. Un deseo de quedarme en la cama 5 minutos más, que si son 6 ya me inquieto. Esas ganas de tener un día para hacer nada, que si son dos ya me deprime. Si duermo 6 horas tengo sueño y si duermo 8 -como recomiendan los médicos- me emboto y me duele la cabeza. Si puedo hacer 20 cosas en el día, quiere decir que puedo hacer 21 y que intento con 22, pero llego a las 19 y dejo una para mañana.
Esclava consciente de la rutina y arquitecta de horarios que encajan como el tetris o como los dibujos que hago al margen de la hoja cuando no hay apuntes que tomar en clase. Poca tolerancia a los cambios y presa de esta estructura que me permite, al final del día, acostarme tan cansada que necesitaría dormir 12 horas y con tantas cosas que hacer al día siguiente que me permito sólo 6. Como dice Bradbury, sigo así, "bailando para no estar muerto".

2 comentarios:

  1. Entrada obligada.
    Quiero el reloj para detener el tiempo! Eso es lo que necesitamos.


    Aurora, pero Princesa.
    Beso

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  2. Sabés. Muchas veces pensé, quise, dije que iba a poder -y nunca pude- vivir haciendo lo que quisiera, cuando lo deseara. Pero no. la rutina está ahí, es como un grupo de venas ajustadas a presión. Gracias por tu visita, Princesa... nos estamos leyendo, acompañando. Un beso!

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