¿Qué pasaría si mañana me fuera a vivir a otro mundo y sólo pudiera llevar conmigo un libro, un CD, un perfume, un paisaje, un juego, una carta, una persona?. De todo, pero sólo uno de cada uno. ¿Qué elegiría? El libro y el CD van a estar destinados a perder su lugar de predilección para pasar a ser aburridos, cansadores y predecibles del primero al último punto. El perfume fresco y floral no me va a conformar en invierno y, después de un tiempo, tampoco me va a parecer adecuado para el verano. En cuanto al paisaje, nunca me arrepentiría de elegir el mar, pero extrañaría cada tanto las montañas nevadas. El juego no va a correr mayor suerte que el libro y el CD. Es más, seguro me canse de él todavía más rápido. La carta... Eso sí que es difícil, pero no tanto como la persona. Elegir a alguien, a uno y sólo a uno. Sin cambios. Sin reembolso. No hay dudas de que cuando de elegir se trata, por más seguros que estemos en el momento, siempre dudaremos si la elección fue la correcta y nos rebotará en la mente el tan molesto e incontestable: "¿Qué hubiera pasado si...?".
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Que lindo lo que escribiste!
ResponderEliminarSigo pensando y sería muuy difícil elegir... pero me encantó la idea, como para recordar de vez en cuando el orden de valor que debemos dar.
Seguí adelante con tu blog =)
Un beso!